Hay muchas razones por la que, cada día, más familias salen de la educación tradicional y pasan a educar en casa:
Existen muchísimos modelos de estudio para las familias homeschool. Algunos usan la educación Montessori, Waldorf, Charlotte Mason, etc. y muchas familias homeschool han tenido éxitos impresionantes con estos métodos. Incluso, hay familias que siguen la estructura de la educación tradicional: horarios, clases, pruebas, etc.
Los estudiantes homeschool organizan sus días de la forma que ellos quieren. Muchos podrán decir que esto podría conducir a un desorden o una mala organización. La verdad es lo contrario: los estudiantes van adaptando sus jornadas a sus tiempos de mayor concentración y enfoque, limitan los tiempos a sus capacidades y, en consecuencia, avanzan de manera más eficiente.
Sin duda, lo padres o apoderados son elementos clave en este proceso. Son ellos quienes deben mantener el orden y asegurar el cumplimiento de estos horarios.
Algunas familias siguen el calendario escolar tradicional (en el hemisferio sur, sería de marzo a diciembre), otros dividen el año, permitiendo algunas semanas de descanso más frecuentes que en un colegio tradicional; otras familias hacen clases todo el año.
Los horarios de estudio tienen que ir de la mano con el perfil de cada estudiante. Los colegios tradicionales, por lo general, tienen jornadas que parten en la mañana y, contrario a toda lógica, están en el colegio durante gran parte del día.
Algunos estudiantes tienen mejores resultados en las mañanas. Otros, a mediodía. Otros después de almuerzo. Eso, como se había mencionado anteriormente, es propio de cada uno.
Sin embargo, dado que las rutinas son positivas, mantener un horario es lo más recomendable.
Esto no quiere decir que si un estudiante se encuentra tremendamente motivado por una actividad que está fuera de ese horario, no se aproveche el entusiasmo por aprender: hacer ese experimento con el volcán después de la comida es absolutamente posible.
Estudiar desde casa es muy similar a trabajar desde casa y uno de los grandes factores es entender que los espacios no se deben mezclar.
Por ejemplo, no se debe interrumpir el horario de clase a causa de un asunto de casa. Si el estudiante no hizo su cama, o no ordenó su ropa o cualquier otra situación de la casa, esta no debe invadir el espacio de estudio.
Así mismo, el espacio de estudio debe ser (idealmente) usado exclusivamente para ese fin. No debería ser mitad sala de estudio, mitad lavandería o mitad despensa de la cocina.
